Da rienda suelta a toda esa creatividad que llevas dentro y hazte un espejo único.
La cuerda y la cinta adhesiva no están incluidas, así tú puedes elegir el color o el tipo de cuerda que quieras utilizar.
*Súper tip: cuanto más gordita sea la cuerda, menos vueltas tendrás que darle y antes acabarás.
¿Cómo hacerlo?
1. Empezamos pegando trocitos de cinta de doble cara en la parte trasera de la corona circular, aunque puedes utilizar cualquier pegamento. Yo he elegido este material porque me resultaba más cómodo ya que no se seca y además podía ir despegándola conforme me acercaba con la cuerda.
2. Despegamos el primer trozo de cinta y fijamos el extremo de la cuerda.
3. Procedemos a rodear la corona con la cuerda. Las líneas que lleva grabadas sirven de guía para la inclinación de la misma, ya que al ser el círculo interior más pequeño que el exterior, se debe juntar más la cuerda en la parte de dentro que en la de fuera.
4. Una vez cubierto todo de cuerda, pegamos el extremo que nos queda libre con silicona o cualquier pegamento por la cara trasera.
5. Quitamos el protector del espejo. Lo enviamos con él puesto para que no sufra arañazos durante el transporte.
6. Pegamos el espejo por la cara trasera de la corona y ¡listo!
Fabricado en madera de haya de 3 mm de espesor y metacrilato espejo.
Nota: el metacrilato es un material muy sensible, para limpiarlo lo mejor es utilizar una gamuza y alcohol, y sobre todo evitar presionarlo muy fuerte.
Medidas:
– Corona: 27 cm de diámetro exterior y 18 de diámetro interior
– Espejo: 20 cm de diámetro